Señor Armada Rivera: leí con detenimiento su artículo, que publicó FARO en esta misma sección el 16/3/14, y quisiera aclararle algunos conceptos.

Vd. se pregunta: ¿Son realmente necesarios tres aeródromos en una distancia de 180 kms. a la redonda? Yo, que aterricé en Galicia muchísimo antes de julio de 2010, también español y no tan indignado como está usted, al ver cómo la política se carga la economía de la comunidad, le diría que ¡no!

Dice también que no ha encontrado en todo el mundo "ciudad" que tenga tres aeropuertos de pasajeros en tan poca distancia. Efectivamente en las ciudades donde es casi imposible meter uno difícilmente cabrían dos (sirva como ejemplo London City, en Londres capital). Deduzco que Vd. se refiere a una región, autonomía o territorio de las características de Galicia, donde los caprichos y gestiones desafortunadas de gobernantes municipales, regionales o nacionales se empeñaron en sembrar de aeropuertos y terminales, sin tener en cuenta que en un futuro, no lejano, las modernas autopistas y el ferrocarril de alta velocidad iban a restar usuarios al transporte aéreo, con un notable ahorro en tiempo y dinero.

Pues mire: por el mundo e incluso en España hay casos como los de Galicia, solo que la filosofía de explotación es diferente y las peleas políticas para demostrar qué aeropuerto debe ser el principal no existen y además de situarlos donde la orografía y meteorología es la idónea, se tiene muy en cuenta el pasaje y carga que pueden generar.

De España, le voy a nombrar tres regiones comparables con Galicia:

Cataluña: Reus, Barcelona y Girona (excluyo Sabadell y Seo de Urgel).

Levante: Valencia, Alicante, San Javier y Murcia (excluyo Castellón).

Cantabria, País Vasco y Navarra: Santander, Vitoria, San Sebastián y Pamplona. Cada uno tiene su tráfico y se sabe cual debe ser el principal. También dice Vd. que son Vigo y A Coruña quienes mueven el dinero y que los políticos metieron la pata con el aeropuerto de Santiago, donde pronto tendrán tren de alta velocidad.

Santiago, con o sin alta velocidad, reúne las condiciones para ser el aeropuerto central, desde donde los usuarios del transporte aéreo, además de a Madrid o Barcelona, puedan realizar trayectos continentales o transoceánicos sin demasiadas escalas, cumpliendo con la recomendación de OACI, que dice: "el transporte aéreo debe ser seguro, eficaz, rápido y económico".