Os voy a contar una vez más simplemente el cuento de la actuación de un banco.

Por no dar nombres diré que un banco absorbió a mi entidad. De la noche a la mañana vi cómo mis acuerdos de no comisión de tarjetas en mis cuentas se diluían entre nuevas letras pequeñas y condenaban a mis tarjetas a vivir en una sola y casi de favor.

Yo no comentaré los repetidos cambios de numeración de cuentas y problemas informáticos que movían los importes de unas cuentas a otras, entendible es que el progreso debemos aceptar.

Pero la última gallina que se quiere comer el lobo es la hipoteca a la que "educadamente" le remiten una notificación donde no se aplicarán las bonificaciones y es de interés del banco renovar al alza el tipo de interés, dando el estimable plazo de un día (como la propia notificación indica) desde su aplicación para cualquier reclamación. Se ve que mi gallina ya no pone suficientes huevos.

A mi visita al banco amablemente fui atendido por mi estimado banquero (esto lo comento en serio ya que todos los trabajadores de mi entidad destacan por su amabilidad y profesionalidad) y me comenta, más como un amigo que como banquero, que ahora el banco solo piensa en resultados y que habiéndolo intentado se encuentra de manos atado y no más.

Con esto mi solución es sencilla, del banco todos mi productos "rentables" para ellos (y por obligación creados) retiraré y solo temas residuales dejaré (a causa de la hipoteca, claro está).

Un ejemplo os puedo dar, dejaré solo tarjetas sin comisión, las cuales no usaré; adiós a la Visa, traspaso de fondo de pensiones y de inversión, retirada plazo fijo de mi nómina (que afortunadamente aún tengo), dejar solo un pequeño importe para mantener la única cuenta que dejaré. Adiós al seguro de vida y a buscar otra compañía para el hogar y es que he de tener cuidado no quiera el lobo como a los cerditos mi casa a soplidos derribar