El Dr. Elard Koch, investigador en ciencias biomédicas de la Universidad de Chile y actual director del Instituto Melisa, advirtió que la legalización del aborto acrecienta el problema de que miles de mujeres sean "obligadas a abortar -abortos por coerción- legalmente contra su voluntad".

"La legalización del aborto acrecienta el problema, principalmente debido a una mayor permisividad, facilidad de acceso e incremento sustantivo de las tasas de incidencia del aborto electivo", explicó.

Según el mismo Dr.: "en las últimas décadas, varios estudios epidemiológicos indican que una proporción significativa de abortos inducidos legales -25% o incluso más- ocurre por coerción de la propia pareja o un familiar sobre la mujer o niña esperando un hijo". Indicó que de hecho, entre los factores de riesgo más comunes para que las mujeres sean empujadas a abortar, con problemas de salud mental posteriores, "se encuentra la historia de violencia doméstica infligida por la pareja o el antecedente de abuso durante la niñez".

"Cuando se considera quitar la vida de un hijo o hija en gestación, sea envenenándolo químicamente o desmembrándolo quirúrgicamente, legal o no, es lógico concluir que el aborto es por sí mismo un acto violento".

Otro estudio reciente, realizado en Chicago (Estados Unidos), "mostró que el aborto incrementa el riesgo de problemas de pareja, incluyendo violencia doméstica, consumo de drogas y divorcio. Al mismo tiempo existe una fuerte correlación entre las tasas de aborto y homicidios de mujeres".