Se habla mucho de los efectos negativos que el incremento del IVA hasta el 21% tendrá sobre los espectáculos culturales obligándonos a dudar del criterio de quien teniendo que defender la cultura parece, por el contrario, obstinado en agredirla, y que no se entiende sino en gestores atentos únicamente a intereses políticos y económicos.

Una muestra de esta sinrazón es que la Consellería de Cultura conceda el 30% del total del presupuesto para giras de espectáculos en Galicia del presente ejercicio a un solo proyecto que ¡oh, casualidad!, está dirigido por el presidente de la SGAE ( en otro tiempo adalid de lo políticamente incorrecto), algo que hemos sabido porque no lo habían declarado, además, con la claridad deseable.

Lejos de los despachos donde se cuecen las grandes subvenciones suceden "pequeños hechos" que avisan del peligro que la cultura corre en sus mismas raíces, allí donde surge y tendría que estar más protegida.

He podido saber que la Escuela Municipal de Teatro de Vigo hará el próximo junio un intercambio con otra escuela de teatro de la capital de España que vendrá a la ciudad a mostrar su trabajo, encontrándose con que ningún organismo oficial o entidad en la ciudad (salvo una asociación vecinal que se ha prestado, aunque parece que no reúne las condiciones ) se brinda a ofrecerles un escenario apropiado donde la compañía madrileña pueda representar su trabajo .

El orgullo que uno pueda sentir por tener una Escuela Municipal de Teatro en Vigo (aún más en tiempos de recortes) se ve empañado por una falta escandalosa de apoyo institucional a sus actividades, y que nos coloca ante el espejo como sociedad y obliga a compartir con los políticos la responsabilidad de no defender la cultura allí donde ésta se produzca.

Los enemigos de la cultura son variopintos, y quizá y como ocurre con el deporte tendríamos que mimar "la cantera" para poder así esperar unos buenos resultados.