En los últimos años, la imagen de las mujeres ha estado y sigue estando en el punto de mira. Las famosas no escapan de críticas si engordan un gramo o si salen de casa sin acicalarse. Sobre todo si se pasan con la báscula, son atacadas sin piedad, aunque no sé quién determina el límite de su peso. Y aunque la sociedad ha sido siempre muy exigente con las mujeres, ahora le ha tocado el turno a Keanu Reeves, que se ha dejado ver por el festival de Cannes. Cerca de la cincuentena, ha engordado notablemente. Y me pregunto, ¿y qué más da? ¿Acaso por tener unos kilos de más le aparta de ser un gran actor y director de cine?

En el siglo XVII, cuando la mayor parte de la humanidad a duras penas comía todos los días porque no tenía recursos para ello, se pusieron de moda las mujeres rollizas. En cambio hoy en día, que vivimos rodeados de abundancia y más del 10% de la población mundial es obesa, inevitablemente está de moda estar delgado. Sinceramente, me gustaría saber el por qué de esta incongruencia.