Al señor alcalde de Cangas, a los vecinos de Cangas que posean una mascota (perro) y a los numerosos visitantes que nos desplazamos a tan hermosa villa acompañados de nuestras mascotas: el pasado domingo día 12 de mayo tuve el privilegio de desplazarme a la preciosa villa de Cangas con mi mascota y con un día radiante de luz y, ante un paisaje incomparable, me dediqué a pasear de punta a punta el paseo marítimo de la playa de Rodeira.

En un día deslumbrante y con un ambiente de personas de un lado para el otro, pude comprobar un gran número de personas que, acompañadas de sus mascotas, disfrutaban de un privilegio que no muchas personas pueden darse ese lujo de estar en tal maravilla de entorno.

Mi desagradable sorpresa, y este es el motivo de mi carta, es que cada 10 o 20 metros del paseo estaba impregnado de heces de perro por donde paseaban personas mayores, niños y muchos visitantes.

Creo coincidir con muchos de los comentarios que se escuchaban en el paseo; era siempre el mismo: qué maravilla de paseo, pero tantas heces lo estropean. Por culpa de unos pocos irresponsables que cuando su mascota defeca (con todo su derecho) debería ir acompañado de una pequeña bolsa y recoger las heces y depositarlas en las papeleras, que las hay en todo el recorrido.

No pretendo convertirme en un aleccionador de nada ni de nadie, pero le ruego al señor alcalde tome las medidas que considere más oportunas al objeto de concienciar a los propietarios de las mascotas, y mediante la vigilancia de un servicio de limpieza en la zona, para que algo tan sencillo, pero tan necesario, ese extraordinario paseo no se encuentre salpicado por estas desagradables circunstancias.

Sin otro particular, reciba mi más cordial felicitación usted y todos los vecinos de esa villa tan hermosa y de la que estoy seguro que entre todos seremos capaces de mantener el paseo impecable.