"Mi hijo tiene TDHA". Muchos psicólogos clínicos diagnostican esta enfermedad a niños y adolescentes en base a estadísticas de comportamiento y no a pruebas bioquímicas. Y lo que es peor, les administran medicación que puede alterar su normal desarrollo. Siempre ha habido niños más y menos movidos, pero esto no significa que los del primer grupo tengan necesariamente TDHA. Hoy, cada vez más estudios prueban que este trastorno tiene un origen genético; por tanto solo una prueba diagnóstica en base a la bioquímica cerebral puede diagnosticar eficazmente el TDAH.

Un tratamiento farmacológico puede compensar ese déficit bioquímico, pero; ¿Qué sucede si drogamos a un niño solo por que los adultos no entendemos su comportamiento o este no obedece a canones estadísticos? Estaremos patologizando la infancia y habremos convertido a esos niños en adultos antes de tiempo. Dejemos a los niños ser niños y permitamos a la sociedad comprenderlos. ¡No a la patologización de la infancia!