En días pasados fallecía en la Base "General Morillo" el Cabo Primero Pablo Ucha Montero, soldado con letras mayúsculas que tenía un gran cartel militar, disciplinado, con máxima lealtad hacia sus superiores y un trato exquisito con sus subordinados.

Recuerdo la primera misión en Bosnia-Herzegovina, la seguridad que influía en mí al igual que en sus compañeros. En esa primera misión que me tenía preocupado él fue un gran asesor, ayudando al buen desarrollo de la misma.

Siempre estaba dispuesto para el trabajo, sin importarle ni horas ni días.

No puedo olvidar a su esposa Marian, también policía militar, siempre a su lado, siempre dándole fuerzas en los momentos difíciles. Recuerda la frase "La muerte no es el final".

Marian, Ucha fue todo un gran soldado.

Un fuerte abrazo, seguiréis en mis pensamientos.