"La vida es para compartirla", pienso que al igual que nos cuidaron nuestros padres debemos cuidarlos a ellos (salvo que las circunstancias lo impidan o nos superen). Hemos cuidado a mi madre durante 10 años, y desde hace unos meses a mi suegra, las dos por "desgracia" con más de un 85% de minusvalía con lo que eso significa. En definitiva, hemos cambiado los pañales a nuestras hijas y se los hemos cambiado a nuestras madres.

Hago una "introspección" en un tema tan delicado y que debiera ser una prioridad para los gobernantes, y no puedo dejar de realizar unas reflexiones a la luz de las decisiones políticas, y que cualquier ciudadano honrado estoy seguro que comparte.

Y concluyo, ¿por qué no mantener o aumentar la ayuda a la dependencia y a otros servicios sociales imprescindibles y tomar otra serie de medidas lógicas y de "sentido común"? Existen múltiples alternativas, entre ellas:

1. Sustituir los asesores (miles y miles en todo el Estado) por funcionarios públicos con o sin afiliación política (eliminando solo 10.000 se ahorrarían 47 millones de euros al año). Ahí es nada

2. Minorar los coches oficiales, conservar solo los imprescindibles. Que casi todo el mundo viaje en transporte público (eliminando 25.000 de los 30.000 que existen no quiero ni imaginarme el ahorro).

Se me ocurren muchas otras ideas, pero concluyo que es indudable que es mucho más barato apoyar económicamente a las familiares que puedan y deseen cuidar a los suyos que repercutir en su totalidad los gastos en los servicios públicos (también imprescindibles).