Según nuestros gobernantes y ciertos estudiosos los gallegos deberíamos de tener más hijos para combatir la hemorragia demográfica que estamos sufriendo y es por ello que la Xunta lanza un plan con 67 medidas y 90 millones de euros de presupuesto para contener dicha hemorragia.

Señores gobernantes y estudiosos, permítanme que les haga una pequeña reflexión. En un mundo globalizado donde todos los días se nos están mandando mensajes de que empiezan a escasear los recursos, donde todos los días mueren miles de personas por falta de comida, agua, atención medica. En una sociedad donde escasea el trabajo, en España seis millones de parados de los cuales más de la mitad son jóvenes, donde se nos está diciendo que peligra el sistema de bienestar, donde está aumentando la pobreza, donde cada vez es más difícil vivir con dignidad, donde cada vez se pretende recortar más los salarios de los trabajadores, donde cada vez se están haciendo más precarias las condiciones de vida para la mayoría de los mortales.

¡Tiene guasa la cosa! Nos toman por tontos, por ignorantes, por imbéciles, por estúpidos, o simplemente pretenden seguir manipulando a la sociedad a su antojo ofreciendo como cebo un puñado de euros a cambio de que se les garantice mano de obra barata al sistema.

Cuanta más gente en el mundo, más miseria, más pobreza, más necesidad y por lo tanto más terreno abonado para que los poderosos, los dueños del sistema, las grandes multinacionales dispongan de mano de obra barata para explotar. No hace falta más que mirar las naciones superpobladas para darse de cuenta.

El mejor incentivo para parar la hemorragia demográfica es que la población vea que tiene futuro, que nuestros hijos van a tener trabajo estable y con derechos, tengan acceso a una vivienda digna sin tener que hipotecarse toda la vida, una sanidad pública y universal, unas leyes justas e iguales para todos, una educación y una cultura dignas de los tiempos en que vivimos, sin manipulaciones partidistas dependiendo de los intereses de los gobernantes o los intereses a los que sirven.

Señores gobernantes y estudiosos, tengan dignidad, pues la capacidad de gobernar y la confianza del pueblo, a las encuestas me remito. Hagan que la política y los políticos sean la solución y no el problema.