El Gobierno ha convertido la lucha contra el desempleo juvenil en una causa nacional en la que ha implicado a los agentes sociales. Lógico, en un país con más de la mitad de los jóvenes en edad de trabajar en paro.

Las medidas de choque de la Estrategia de Empleo Joven y Emprendimiento, presentadas en el encuentro de La Moncloa, liberan un presupuesto de 3.485 millones de euros. Un estímulo considerable para un mercado colapsado que debería beneficiarse también del compromiso de empresarios y sindicatos.