Y sigue advirtiéndonos nuestro Himno Galego: "... e féridos e duros/imbéciles e escuros/non nos entenden, non". Eduardo Pondal, nos ponía en guardia, allá por el año 1890 sobre los peligros, con los que, una clase como la política, amenazan a diario nuestra tierra. Y viene esto a cuento respecto a la figura de Julio Fernández Gayoso, denostado, vituperado, calumniado y puesto a los pies de los caballos, como si fuera el mayor filibustero que haya pasado por nuestra ciudad.

Flaca memoria la del que olvida todo lo que Caixavigo y luego Caixanova, ha hecho por esta ciudad a lo largo del mandato de D. Julio al frente de esa institución financiera, desde 1965, año en el que se inicia un gran salto cualitativo que sitúa a la antigua Caja de Ahorros y Monte de Piedad Municipal de Vigo, entre las diez mejores de España, y en el agente financiero más importante, primero de la ciudad, luego de la Provincia, después de Galicia.

Non entenden, non, aquellos que ignoran la extraordinaria labor cultural y de formación que guió siempre su Obra Social. Su frase preferida: "Nuestra mejor obra social es aquella que financia la creación de puestos de trabajo", se tradujo en una activa y eficaz política de financiación de la mediana y pequeña empresa y de todos aquellos sectores productivos que creaban más empleo: astilleros, industrias auxiliares, pesca, automoción, viviendas de protección oficial, agricultura... ¿Cuántos miles de puestos de trabajo se generaron gracias a la financiación de la Caja? Y para facilitar el trabajo de matrimonios con hijos ¿olvidan las magníficas guarderías que ofrecía Caixavigo?

Non entenden, non, los que no reconocen al gran valedor de la creación de la Universidad de Vigo, de la Escuela de Negocios, del Instituto de Empresas, del Colegio Hogar... ¿Cuántos millones de las antiguas pesetas se ahorraron los vigueses al poder estudiar sus hijos en estos centros, alguno de los cuales, como el Colegio Hogar podría considerarse como el gran modelo de la Formación Profesional, o de la Escuela de Negocios, con un altísimo índice de consecución de empleo una vez finalizados sus cursos de especialización?

Y siguen sin entender, los que criminalizan su figura, que no se entiende ninguna política cultural en Vigo, que no sea la propiciada por la Obra Social de Caixavigo, luego Caixanova. Su Centro Cultural que nos regaló un soberbio edificio del arquitecto Palacios al pueblo de Vigo, nos ofreció también magníficos espectáculos que solo podríamos disfrutar si nos desplazásemos a Madrid o Barcelona. Música clásica, teatro, grandes intérpretes de la canción, humoristas, magia, circo, danza... Por sus salas de exposición pasaron los mejores pintores y escultores del momento, y pudimos contemplar grandes muestras antológicas y temáticas que solo podríamos visitar en las grandes capitales. ¿Qué pintor o escultor gallego no dispuso de sus excelentes salas para colgar y exponer su obra? El Centro Social, el Pazo de Castrelos, la mejor colección de arte gallego (¿durará mucho tiempo en Vigo?), son otros regalos que nos ha dejado.

¿Saben, acaso, los que le atacan, cuántos clubes deportivos se beneficiaron de su Obra Social, o cuántas ONG´s pudieron atender necesidades sociales con las aportaciones de la Caja? Y los distintos Ayuntamientos, ¿cuántas iniciativas socio-culturales o asistenciales llevaron a cabo con el apoyo financiero de la Caja, de nuestra Caja?

Me viene a la memoria el brillante discurso de Marco Antonio, con el cuerpo del recién asesinado Julio César en sus brazos, ante la multitud vociferante del pueblo romano. Tras aludir a las grandes obras de Julio César, finalizó su discurso con esta frase: "Tal vez haya ido demasiado lejos al hablar de esto. Temo agraviar a los hombres honrados cuyas espadas traspasaron el cuerpo de César".

Hombres honrados, sí, pero oscuros e ignorantes, ejemplos claros de miseria moral, ética y política, los que pretendieron arrebatarle la Medalla de Vigueses Distinguidos, que D. Julio devolvió antes de que se la reclamasen oficialmente. Una muestra más de su categoría humana y de su dignidad. ¿Qué hombre no ha tenido algún error en su vida? El que esté libre de culpa que tire la primera piedra. Pero su posible corresponsabilidad por el tema de las preferentes, que probablemente no se hubieran comercializado si políticos tan ejemplares como los que nos gobiernan no hubiesen forzado a consumar la extinción del sistema financiero gallego (en brillante frase del Sr. Feijóo en marzo de 2010, "Nunca tan pocos hicieron tanto daño a Galicia", dicha, probablemente, ante un espejo en el momento del afeitado matinal) no puede manchar tan brillante trayectoria.

Julio Fernández Gayoso luchó contra una fusión que condenaba a las dos Cajas a la desaparición, con solo el apoyo de nuestro alcalde Abel Caballero. Al menos en dos ocasiones se entrevistó con el Sr Feijóo en privado, para que desistiese de un proyecto tan pernicioso para Galicia. Tarea inútil. Non entenden, non.

Para los que tenemos memoria, la figura de D. Julio quedará grabada entre los Vigueses Distinguidos, tenga medalla o no. La ciudad de Vigo no podría haber alcanzado su nivel de desarrollo ni mantener su pujanza industrial y comercial sin líderes emprendedores de su categoría.