Los pensamientos de los cardenales inspirados por el Espíritu Santo viajaron miles de kilómetros atravesando el Mediterráneo más el charco del Atlántico para llegar hasta la República de Argentina. Con la cantidad de gallegos que residen en Buenos Aires, han escogido a uno con sangre italiana. La diferencia entre un gallego y un italiano no es mucha, pues los gallegos son conocidos como los italianos de España.

De pequeño recuerdo que cuando una persona fue engañada, de su boca siempre salían dos palabras o insultos -es un jesuita o judío- estas palabras van juntas de la mano como las gaviotas y el mar. Los jesuitas son muy intelectuales y los vemos como los soldados fanáticos de la iglesia y también como los judíos de la iglesia católica romana.

Jorge Mario Bergoglio un argentino con sangre italiana, jesuita y conocido en Argentina como un gallego, puede reformar la iglesia católica, pues la experiencia adquirida por los montones de golpes de estado puede ser muy importante para dar batalla a la curia romana y construir puentes entre los conservativos y progresivos.

Será conocido como el Papa Francisco, inspirado por Francisco de Asís creemos que su trabajo será muy fácil de comprender. Lo que no pudo hacer Benedicto XVI, lo puede hacer "o noso Paquiño".