El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU adopta y proclama la declaración universal de los derechos humanos, y, si bien es cierto que son muchos los países adheridos a ella, no lo es menos que, en los mismos, siguen conculcándose una gran parte de los citados derechos; siendo así que cada día tenemos noticias de casos de violencia de género, torturas, detenciones ilegales, brotes de xenofobia y un largo etc., que se agrava grandemente en los países con regímenes autoritarios o dictatoriales, que actúan con absoluta dureza y crueldad, pero que son permeables a la presión internacional como quedó evidenciado en los casos en los que la misma logró detener penas de muerte, lapidaciones, liberación de presos de conciencia€ Lo que demuestra que tratar de frenar en lo posible estos actos execrables radica, en gran parte, en la toma de conciencia de la ciudadanía y su implicación en esta lucha a través de los múltiples organismos, plataformas u ONG existentes en la actualidad, y la mayor esperanza la encontramos en ese número de jóvenes que aumenta cada día, y que, llenos de entusiasmo, renuncian a parte de su tiempo de ocio para dedicarse a las tareas solidarias que desempeñan.

Como todos los años, Amnistía Internacional conmemora este día de los derechos humanos con diversos actos, como la escenificación que de las diversas formas ejecución se realizó en La Puerta del Sol el pasado 24 de noviembre; sesiones de Cine Fórum en Pontevedra; concurso de microrelatos sobre el tema "La libertad de expresión"; conferencias como la del afrocolombiano Rosaliano Riascos; actos en la calle, donde en esta ocasión se recogerán firmas para apoyar a aquellas personas que sufren represión, amenazas y persecución por enfrentarse a la injusticia y la tiranía porque, en palabras de Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España: "Los defensores y defensoras de los derechos humanos son una de las principales razones de nuestra organización ".