Inicio esta respuesta, a su "atentísima" misiva, dejando al margen a su esposa, la cual usted pone por delante, no por cortesía, sino con el fin posiblemente de querer implicarla con su actitud, lo cual dudo sea de su agrado. Por lo menos no, si supiese de sus "actitudes" revanchistas.

No es de recibo, y menos en usted, tales comentarios. Comentarios por otro lado que pretenden ofender, sin darse cuenta que, "no ofende quien quiere, sino quien puede". Y en usted eso, es una quimera posiblemente.

Mire usted. Mis "salidas" en los medios de comunicación, no han sido solicitadas por mí, ni persigo eso, sino por que a esos medios les interesaba hacerlo. Supongo que no tendrá envidia, digo yo. Porque no hay motivo para ello, hombre.

Usted equivoca su intención, y se ciñe a manifestar, que "cual Arquitecto Técnico (trabajo que necesita de una titulación universitaria previa, de la que por supuesto carezco), asistía a juicios en calidad de testigo redactando informes". Pues bien, al respecto debo aclararle que -además de haber participado en diversos pleitos, como perito judicial nombrado por parte del Colegio de Delineantes-, efectivamente carezco de esa concreta titulación que usted menciona; pero para su información le diré que existen otros técnicos, entre ellos los que le he nombrado, con esas competencias en temas urbanísticos -está reglada su aplicación-, y espero, que no intentará hacernos ver que esos supuestos informes fueron firmados arrogándome esa titulación. .. que no tengo. Y ello, porque, de los muchos errores y fallos que tengo, o puedo haber tenido -usted por lo que dice no debe tener ninguno-, el suplantar competencias, no está entre ellos.

En cuanto al problema de usted y su vecino o vecina, no es de mi incumbencia -yo ejercía un derechos en esos momentos-, puesto que, por desgracia, cada parte cree tener razón... y para dirimir quien tiene razón en esos casos, están los juzgados. Ni usted, ni yo. Y por supuesto, no olvide que, como testigo que fui, no debería usted tratar de coaccionarme y menos degradarme ahora.

Mire usted, y para terminar -y de ahí, el dejar al margen a su señora esposa-, usted tiene la desfachatez de hablar de "secuaces" a las personas que solicitan mi asesoramiento; cuando usted, señor Moisés, con esos desplantes, provocaciones... y acciones, que suele tener, deja mucho que desear. Posiblemente es que, por el tiempo transcurrido, haya olvidado quien fue el que me ralló el capó trasero de mi automóvil -usted y yo lo sabemos-, y además, ese personaje, dejó su huella, con una firma que ponía Camos -¿añoranzas del lugareño?-, acompañada de una cruz gamada nazi -vaya manera de firmar, eh-. Quizás un retrato de la persona autora de un hecho tan lamentable.

Quizás usted -de ser persona seria, como quiere hacernos ver-, podría sincerarse y decir la verdad de esos hechos. ¿Se acuerda ahora, tal vez?... O como, pocos días después del juicio habido por mi denuncia -obviamente esta se archivó, porque el autor de esa "gamberrada", la hizo ocultándose cual canalla, con nocturnidad y alevosía-, y usted envalentonado por ese archivo, intentó provocarme desde su vivienda en obras -es difícil que caiga en esas provocaciones-, parafraseando a viva voz, ¡pinta o coche!, en el momento de mi llegada a su, según usted, secuaz vecino (le estábamos realizando obras de reparación en su vivienda). ¿También lo olvidó, acaso? Yo desde luego, señor Moisés, no. Cuide sus formas... y recuerde lo dicho anteriormente: "No ofende quien quiere, sino quien puede", y usted desde luego, es de los que no puede. Un saludo y cuídese.