Para todos aquellos que son responsables de perpetuar este anacronismo:

Después de tomarle el pulso a la sociedad con reuniones con distintos estamentos y asociaciones de la comarca lo que buscamos es un proyecto humano donde las personas primen sobre los intereses económicos. Otorgar servicio a la ciudadanía, a los trabajadores y al grupo de empresarios locales es una prioridad de la empresa pública. Lejos de la rentabilidad económica, el ciudadano es el eje de la actuación del Estado y es lo que diferencia sus instituciones. Desde un servicio tan básico como la sanidad, la educación o el sistema de precios públicos, un Estado de bienestar, un Estado social prioriza la seguridad y el servicio al ciudadano frente a los beneficios económicos o industriales. Después de 128 años de trazado de tren, con todo lo que supuso de avance para un pueblo, beneficios que Porriño no quiere perder, lo que exigimos es que se adecúe la infraestructura a los avances tecnológicos y a la evolución de la sociedad. No se puede crecer de espaldas a los ciudadanos que soportan ese crecimiento. La sostenibilidad y la ecología social son conceptos que deben inspirar la dirección del Estado y de sus políticas económicas. El respeto a la ciudadanía por muy pequeño que sea su núcleo para el Estado es un imperativo constitucional amparado por la diversidad de nuestra estructura territorial.

Las cargas soportadas por la ciudadanía porriñesa merecen una inversión destacada en el diseño y ejecución de las comunicaciones que serán vitales en un futuro cercano de la comarca. No negamos el dar soporte a las infraestructuras de beneficio para toda la comunidad gallega y para el Estado, pero exigimos que las mismas sean respetuosas con aquellos que tan generosamente cedemos nuestro espacio para las mismas. Fuera de intereses políticos la sociedad porriñesa en su conjunto demanda encarecidamente una respuesta satisfactoria de nuestros representantes más altos, que demuestre la sensibilidad que el Estado debe a los que legitiman su gobierno. Los actos son la máxima demostración de las intenciones de nuestros gestores. La unidad frente a un problema que afecta a toda la población es un imperativo de la ciudadanía para con sus representantes más cercanos. La solución no proviene de un partido político, proviene de un consenso, de una unanimidad de aquellos que reflejan y que representan a su pueblo. Desde nuestra posición aprovechamos para animar a toda la ciudadanía a unirse a éste deseo y manifestarlo participando en las concentraciones que cada sábado se vienen realizando en las inmediaciones del paso a nivel.