Según una escuesta publicada en un diario de amplia difusión el pasado lunes día 15, el 79% de los participantes opinó que Zapatero "no está haciendo todo lo que puede para que Marruecos readmita a Haidar", otorgando el voto afirmativo el 21% restante. Es muy posible que si la muestra entrevistada fuese superior a las 22.365 personas, el resultado sería similar.

Son muchos los españoles que se han preguntado, ante la incapacidad para desbloquear la situación de la activista saharaui, para qué servirá aquella pamema cuya autoría se le adjudica a ZP, llamada pomposamente "La Alianza de las Civilaciones". Seriamente, ¿sabe alguien en que consiste y para que sirve?

Aminatu, ella solita y con su tenaz huelga de hambre, nada que ver con la pantomina de De Juana Chaos, ha movilizado medio mundo luchando por la independencia de su pueblo, algo que, hasta sus propios hijos menores de edad entienden y hasta se niegan a pedir a su madre el que cese en el empeño.

Cayo Lara, en nombre de su formación política, Izquierda Unida, se dirigió al Rey pensando en la influencia que tiene sobre el monarca de Marruecos para interceder en favor de Haidar, el Gobierno se opone por que en caso de que don Juan Carlos resolviese el problema, dejaría en ridículo a Zapatero que hasta el momento, al igual que su ministro de Experiores, Moratinos, no ha dado ni una en el clavo. Los del "clan de la ceja", en este espinoso asunto, tampoco han logrado nada aparte de la consabida foto.

El haber solicitado la intervención de EE.UU a través de Hillary Clinton, ha resultado un fiasco más para nuestra diplomacia. La inteligente política, que a nada se ha comprometido, despachó el compromiso con buenas palabras y el mejor de los deseos. ¡Y punto!

Nadie desea que Aminatu muera por efecto de su huelga, pero si así fuera, acarrearía consecuencias de todo tipo, entre ellas, un total desprestigio del presidente del Gobierno al no haberse implicado y comprometido personalmente para salvar a esta mujer, cuyo único delito defender los derechos de los suyos hasta la muerte si es necesario. Las actitudes cobardes suelen pasar factura e igualmente, en última instancia, tratando de culpar a la policía ha resultado verdaderamente deleznable.

Si a todo esto se le une la carnavalada del referéndum en los 166 municipios catalanes solicitando el independentismo y el éxito cosechado en la cuarta Conferencia de Presidentes Autonómicos, sin duda, será una amarga y merecida despedida de año para Rodriguez Zapatero.