En la costa occidental gallega, entre el Tecla y Finisterre, la puesta del sol se produce sobre el mar todo el año. En general, en ella no hay referencias geográficas para indicar los puntos de solsticio y equinocio; las hay sólo en el interior de las rías. Situados en el puerto de Vigo vemos como el sol al ponerse describe un trayecto anual que va desde el sur de la isla sur de las Cíes hasta la parte occidental de la península del Morrazo. En este recorrido hay momentos singulares como cuando se sitúa entre dos de las tres islas Cíes; la cuestión es saber si desde alguna roca que tenga grabados prehistóricos, en el equinocio se ve al sol allí. Podemos comenzar esta investigación arqueoastronómica con un mapa convencional o con google earth. Trazamos una línea equinocial, un vector en la dirección Oeste-Este desde uno de esos puntos entre dos islas de las Cíes y lo prolongamos hasta el orillamar vigués. Yo lo he hecho en uno de ellos y el vector llega al puerto de Vigo, desde allí se prolonga hacia el monte de la Madroa y Rande. pero no conozco suficientemente la distribución espacial de los muchos petroglifos de la comarca viguesa; para ver si hay alguno en esta línea o en otras de la misma naturaleza que se puedan considerar. En el puerto de Vigo no existen grabados, en las zonas de muy antigua habitación si los hubo no han sobrevivido. Los petroglifos están normalmente en las alturas medias de nuestros montes, pero los hay en otros emplazamientos.

Este tipo de trabajo puede plantearse en otros lugares, y entre ellos las laderas occidentales del Galiñeiro y de las montañas de Coruxo, Vincios y Gondomar, donde hay muchos e importantes petroglifos. En la montaña media, sobre la bahía de Baiona; tal vez el Monte Ferro sea una referencia del sol poniente desde algún lugar.