A pesar de la grave crisis que nos aqueja a las mileuristas clases medias, no ocurre lo mismo con los que nutriéndose de los presupuestos municipales (Nigrán) “se han apuntado a la dedicación exclusiva”, como los drs. Efrén, Juan González (Roade) y David, con ingresos mínimos alrededor de los 45.000 euros año; la crisis existente nada les preocupa, pues “nadie se baja de la burra ni dimite”para aligerar la crisis a los mileuristas citados e impedir su ruina económica. Pero lo más patético es que insulten el talento humano “aburriéndonos con tonterías”, como las del citado edil de Urbanismo Juan, declarando a los medios de comunicación (4.11.2008) que la operación especulativa de la Robaleira, que en 4 años genera a 3 personas unos beneficios de más de 4.600.000 euros a base de pagarles más de 12.200.000 euros con fondos públicos,“constituye un fin social” (asegura dicho edil), cuando la realidad es que los fondos al ser públicos se han recaudado de todos y al destinarlos sólo en beneficio de 3, en realidad se trata de una operación más bien antisocial, máxime cuando las potenciales 313 viviendas protegidas ni siquiera están demandadas en su totalidad y el mercado se encuentra en situación de “explosión de burbuja inmobiliaria” y carente de demanda para tanto “ladrillo ya existente”. Es lamentable que los tres citados resulten tan inoperantes e incompetentes para defender a los propietarios, ante la prepotencia de los Sres.Touriño y Caride, de las pretendidas también antisociales expropiaciones, en los 16 Kms.del plan integra en la PO325, rechazando inauditamente las peticiones vecinales (Pleno 24.9.2008), en lugar de ponerse del lado de gran número de vecinos de Nigrán (de los 700 afectados), que les habían votado, y muchos de los cuales hacen más de 4 viajes al día por dicha carretera por la vía en razón de su trabajo. Es preciso el descolapso del poder judicial para que tanto “pícaro burócrata”, que presuntamente vulnera la Constitución y otras leyes, responda de sus actos y no se vaya de rositas,evitando que en situación de crisis se despilfarren fondos públicos en obras faraónicas que sólo pretenden perpetuar en el poder a quienes quieren seguir parasitando a los mileuristas citados. Si no tenemos para pan “que no se compren estampitas”.