Poder observar la hermosura de todo lo que nos rodea es algo que nos hace especiales, tener el don de ver los mares, el horizonte, las noches estrelladas, los atardeceres, el rostro de, nuestra familia, nuestros hijos… Todo ello es un milagro, un milagro como el hecho de tener un mundo en el cual existe diversidad de razas, de países… Hoy hago mención a la importancia de poder ver, de poder expresar muchas veces lo que vemos,o que otras veces transmitimos con nuestra cara, con un gesto, con una mirada… Todo tiene un significado cuando uno puede verlo. Pero todo cambia cuando no se puede ver, cuando la ceguera está presente en tu vida desde que naciste, o desde un momento determinado de tu vida, todo ello hace que tu vida cambie, todo da un vuelco. El miedo se apodera de ti, la inseguridad, la incertidumbre de escuchar todo a tu alrededor y no saber a donde ver, ya que no puedes percibir esa luz, la agonía se hace visible, hasta el punto de que sólo puedes sentirte seguro en tu entorno cercano. Otras veces ese temor no desaparece,ya que ahora todo es diferente, sentirse atrapado en un mundo donde ya no hay color. Un mundo en el que el color no es lo primordial, donde el físico deja de ser importante, donde el tacto, olfato y el oído juegan un papel muy importante, donde cada uno pondrá cara a esa voz melodiosa, aguda, o estridente… Si por un buen rato nos vendásemos los ojos podríamos entender esa realidad con la que tienen que convivir día a día estas personas: cuando caminan por nuestra ciudad, cuando cruzan en un paso de peatones, cuando deben de esquivar el socavón, saltar el bordillo de esa dichosa acera en la que acabas metiendo el tacón o zapato y acabas maldiciendo… Todo ello, es la rutina con la que deben hacer su día a día. Es admirable la valentía que tienen al saber defenderse ante cualquier situación, ante la adversidad, con la ayuda de sus guías, esos hermosos perros lazarillo, sus ojos, y su fiel compañero en todo momento. Como colofón decir que ahora podemos imaginar lo difícil o fácil que puede ser la vida que le ha tocado vivir a cada una de estas personas.Y lo admirable que es ver como día a día van superando esos pequeños escollos que se presentan en su caminar. Sólo decir que me quedaría con unas palabras de un conocido escritor, el cual dice tanto al expresar la hermosura de las cosas tan sencillas:“A veces cierro mis ojos y toco leve tu mano, leve toque que comprueba su forma, que tienta su estructura, sintiendo bajo la piel alada el duro hueso…”