En los próximos días se publicará, por fin, la resolución de la convocatoria para Ayudas de Investigación Postdoctoral en Centros Extranjeros del Ministerio de Ciencia e Innovación.Terminará así un proceso que evidencia el pobre lugar que ocupa la investigación en este país. Pese a que se trata de la única fuente de financiación estatal de investigaciones postdoctorales en el extranjero,el Ministerio anunció que la convocatoria correspondiente a 2007 se publicaría “en el primer trimestre del año 2008”.La convocatoria, sin embargo, no se hizo pública hasta 17 meses después de la anterior. Los problemas se acumularon, además, para los solicitantes al concederles el MICINN únicamente 15 días de plazo para presentar sus solicitudes,además en esta ocasión con un trámite adicional: los solicitantes tuvieron que contactar con un centro español dispuesto a hacerse cargo de la gestión de su contrato. Pero aún hay más: las solicitudes tardaron casi medio año en ser enviadas al órgano evaluador, la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP). Los empleados de la ANEP se vieron obligados a evaluar en un tiempo récord, y a causa del escaso margen que les dio el MICINN concluyeron sus trabajos la semana pasada, casi un mes después de la fecha en la que deberían haber comenzado las estancias: el 1 de octubre. Este nuevo retraso ha obligado a los candidatos a pedir disculpas a los centros y grupos de investigación que,en muchos casos,habían tramitado credenciales, visados, alojamiento o espacios de trabajo para los solicitantes. Una bochornosa situación que daña enormemente la imagen de la ciencia española. Mientras tanto,alrededor de mil jóvenes investigadores viven en el aire, sin saber si finalmente lograrán su ayuda postdoctoral.Incluso, por decisión del MICINN,todos los que obtuvieron contratos en centros extranjeros durante el largo tiempo de espera,verán descontados de sus ayudas los meses que hayan estado contratados. Sin duda, todo un aliciente para fomentar la movilidad en la investigación española.