La marrana más vital es la que importa comer primero. Perdón por la terminología. Sé que en esta tierras el término "marrana" puede sonar a algo más bien grosero e insultante.Al contrario, en mi tierra de origen (el León castellano profundo), es un piropo en plena feria ganadera o

en los coloquios con los parroquianos. Me imagino al pequeño ganadero tras su mejor cerda criadora, o en la dehesa extremeña, con el mayoral persiguiendo con aires de experiencia ese animal que de mejor la talla.

En una instantánea reflexión, se me ocurre que lo que quieren

hacer con el Hospital Xeral de Vigo puede ser su más exacta similitud. Tenemos uno de los hospitales más vitales de Galicia (y de España, si me apuran), en actividad asistencial,docente e investigadora). Carga con el sobrepeso mayoritario de la asistencia sanitaria del sur de Pontevedra, siendo "buque insignia"y uno de los lugares por los que se define mejor esta ciudad. La ciudadanía se queja, con razón, por las enormes deficiencias, que por otra parte arrastran

los centros más pioneros de España.

Pero,como vigués de adopción y de "facto" que me considero,

siento enorme pena que de una forma absolutamente despreciativa, por lo tanto para todo Vigo, se le haya declarado centro obsoleto (entonces, que lo cierren ya,

pues), para justificar un nuevo hospital, que sí que de verdad Vigo necesita "con urgencia", además.

Una vez declarado obsoleto,se procede a su desmantelamiento

progresivo y a hurtadillas, sin ton ni son, sin "contraservicios" que sustituyan los que se prestan

aquí, agudizando de forma evidente los problemas de asistencia

del día a día.Servicios que se trasladan artificial e irracionalmente a otros centros, cuyos objetivos (para esos centros, que en su día se crearon sin objetivos claros,

quizás) la Administración no acaba de encontrar. El resultado es, tras perseguir ávidamente, precisamente a la "marrana"más vital y sana,se consigue que servicios consolidados o en fase de lo mismo sientan mermar su dotación y la calidad

de sus actividades, con enorme desmotivación, repito, de los profesionales más vocacionales. Mi objetivo es reivindicar, aún en estos tiempos de crisis (cuándo no la hubo en sanidad), el frenado de ese desmantelamiento sin sentido, de esa descapitalización, con la consiguiente grave desmotivación del personal sanitario y, a la vez, dar las gracias a la existencia de ese Hospital,baluarte de esta ciudad, al que debo una de las razones fundamentales para seguir respirando con un poco de entusiasmo y optimismo.

Hasta que tengamos el nuevo hospital,este debe de disponer de

los sistemas más avanzados que la ciudadanía viguesa se merece. También el respeto institucional correspondiente.

Luego,ya veremos.