Muchos saben, por haber estudiado Historia, que el liberalismo económico fue un desastre durante el siglo XIX.Sin embargo,los neoliberales de hoy día claman por la libertad de mercado como tratantes de ganado. Hasta hace poco,los pisos eran muy caros y siguen siéndolo. Los tipos de interés bajos, para no pagar intereses a los ahorradores los bancos.Los sueldos poco acordes con la carestía de la vida, y las hipotecas una trampa económica que encadena a los jóvenes a un endeudamiento de por vida. Y ahora, que el globo inmobiliario se desinfla y los del jet y yate ganan menos, la sociedad del dinero se turba ante la falta de liquidez como una novicia ante un sátiro. Europa copia a la otrora opulenta América y se contagia de sus males. Porque nadie está dispuesto a reconocer la mala gestión y el fracaso de la economía global en su conjunto. Un sistema sin apenas control democrático que olvida a los más débiles, ya sean países o seres humanos. Quienes hasta hace poco nos trataban de iguales, para embarcarnos en aventuras militares de dudosa legitimidad, hoy nos rechazan como al indio o al chicano. Olvidando que fuimos un pueblo de soldados que, a lomos de un caballo con una simple espada, conquistamos su mundo y lo civilizamos.