Con fecha 31 de mayo, en Cartas al Director, leí una firmada por don Alfonso Segovia Lago, haciendo referencia a las obras -muchas sacerdotales- que don Emilio realizó en nuestra ciudad, pues como vigués ilustre fue Fundador y Primer Cofrade Mayor de la Cofradía Penitencial de N.P. Jesús del Silencio, fundada el 2 de febrero de 1946, y también de la Agrupación Artística Martín Códax; como párroco de San Francisco de Vigo creó la devoción "el día de las tres gracias" ante la venerable imagen de N.P. Jesús Nazareno, el primer viernes del mes de marzo. Asimismo, tenía la Cruz de Beneficencia del Concello de nuestra ciudad, etcétera.

Cariñosamente se le decía "O´Reisiño", pues había sido nombrado por el Rey Don Alfonso XIII, predicador y capellán Honorario de la Real Capilla y por los Papas Benedicto XV, camarero secreto supernumerario y por Pío XII, doméstico de su Santidad.

Entre las muchísimas facetas de su vida, el ayudar a gente humilde a buscar trabajo, fue siempre su punto de vista predilecto.

En la Cofradía del Silencio, teníamos una sección de caridad y todos los sábados se repartían cien vales de comida a personas necesitadas en la cocina Económica (M.ª Berdiales 2): plato de comida caliente, pan y fruta (años 1950-1955).

En la iglesia de la Enseñanza, los domingos y festivos, se retransmitía por Radio Vigo la misa de la 1 que, de una manera, era especial para enfermos e impedidos.

El día de su fallecimiento, 27 de abril de 1954, su sepelio fue una gran manifestación de duelo (parecía una procesión del Cristo de la Victoria), donde había gente de todas las clases sociales para darle su último adiós.

A pesar de haber transcurrido ya 54 años de su fallecimiento, los vigueses estamos en deuda con don Emilio, pues, qué menos que dedicarle una calle en su ciudad natal: Vigo: Rúa Monseñor Dr. Don Emilio Álvarez Martínez.