Quiero contaros una historia real que en algún momento fue un sueño y que ahora es una pesadilla. Me llamo Laura soy una, de los muchos afectados por la suspensión del plan de 1997 en Gondomar, que hemos pagado nuestras licencias, hemos presentado un proyecto básico, algunos han vendido su casa con la idea de invertirlo en su nuevo proyecto de vida, y ahora no sólo no nos dejan construir sino que los que vendieron su casa, al no poder reinvertir, hacienda se les echa encima.

Han transcurrido ya varios años y al día de hoy Gondomar sigue sin Plan General de Urbanismo y no hay atisbo de solución a corto plazo. El tiempo transcurre y los políticos no se ponen de acuerdo. No hay consenso. He escuchado a todos los políticos y todos defienden su postura en función del partido que representan y he llegado a la conclusión que son más importantes los intereses partidistas y políticos, que los de los ciudadanos. Es lamentable, pero es una realidad.

No me gustan las soluciones que me dan porque son muy a largo plazo, y si soy sincera no tengo mucho tiempo para poder esperar, porque hoy estoy aquí y no sé donde estaré mañana. Vivo el presente, el día a día, no pienso en el futuro, por eso quiero una solución rápida para todos, y que no sea restrictiva ni discriminatoria, ya que esto demostraría que no todos somos iguales ante la ley y nuestra Constitución dice lo contrario.

No pertenezco a ningún partido político, hace mucho tiempo que dejé de creer en ellos, ninguno está en posesión de la verdad, siempre nos la cuentan a medias. Quiero hacerles una pregunta: ¿Quiénes son los únicos perjudicados en esta situación? ¿Los políticos o los ciudadanos? Respuesta, como siempre los ciudadanos; pues entonces obliguemos y exijamos a todos los políticos de Gondomar que se pongan de acuerdo, que trabajen por los intereses de todos sin importarles el color político, porque está visto que los únicos perdedores y perjudicados seremos todos nosotros, porque de no ser así no sólo están en juego nuestras licencias sino también la economía de este municipio.

Hasta hace poco estaba luchando sola, escribí a los organismos oficiales, pero la respuesta ha sido política, vacía de contenido y ahora concretamente es el silencio; por eso decidí agruparme en una plataforma de afectados que no es política, que quede claro, porque hay personas que opinan lo contrario, desde donde podamos luchar por todos nuestros intereses, porque sin unión no hay fuerza.