En estos momentos en los que se discute sobre la cohesión y la solidaridad presupuestaria entre las autonomías, donde debe primar la igualdad de los servicios, quisiera dejar constancia del uso que de tales fondos hacen los servidores públicos. Soy consciente de que no se puede generalizar, pero sí me atrevo a decir que su utilización es muy satisfactoria.

Permítame, señor director, que le justifique mis palabras, a través de una grave enfermedad por la que he pasado, donde la celeridad del diagnóstico y su tratamiento fueron vitales, como para tantos otros, tal como he constatado personalmente. Estos son los hechos:

El indicador del movimiento torpe de la mano izquierda, durante unas horas, días antes de la consulta, con la Dra. Carmen Loureiro, llevaron a ésta a enviarme a Urgencias, del Centro Hospitalario U. de Vigo (Xeral). Allí el equipo y el Dr. Guillén de forma rápida intervienen. Se realiza el TAC y se diagnostica un tumor. En no más de 24 horas soy ingresada en la planta 4ª de Neurocirugía, cuando las disponibilidades de plazas, eficientemente coordinadas por la Dra. Ángeles Laz, así lo permite. En el momento del ingreso me hacen las pruebas necesarias y se ratifica el diagnóstico. En muy pocos días el equipo del Dr. Viladrich me asigna al Dr. De La Lama Zaragoza y a la Dra. Reguiera Portas, quienes me operan. Las pruebas de anestesia son realizadas eficazmente por el equipo de anestesistas y su ATS, Carmen Carriedo. La recuperación efectuada en la planta 4ª fue llevada, excelentemente, bajo la coordinación de Chus; las ATS, Olga, Inés, Araceli,...; los auxiliares, Nacho, Estrella...; el equipo de limpieza y, por los responsables de cocina.

Todo ello podría resumirse en la excelencia de un servicio público que es de justicia manifestar mi reconocimiento. Personalmente quisiera hacerles saber, que todos forman parte de mi vida y de la de mi familia, a quienes estamos profundamente e infinitamente agradecidos.