El Ayuntamiento de Valencia tiene previsto instalar en el barrio de Ciutat Fallera (Benicalap) una nueva versión de sus semáforos paritarios para viandantes, que en este caso estarán protagonizados por el símbolo de una persona vestida de valenciana y otra de saragüell.

Se trata de una acción conjunta de las concejalías de Cultura Festiva y Mobilitat Sostenible con la que pretenden "poner en valor y reconocer lo más genuino de la ciudad", según explicaron a este periódico.

El autor de la representación "sintética" de las figuras de la fallera y el fallero es Pablo Ejarque, miembro de la Asociación Diseñadores de la Comunitat Valenciana y habitual colaborador del área de Cultura Festiva, ya que ha realizado carteles de las fiestas de Moros i Cristians o Expojove.

Además fue finalista de los premios Acento G 2015 por la señalización de la escuela EASD de Velluters. Ejarque recibirá una contraprestación de 484 euros (impuestos incluidos) por el trabajo realizado.

Este es el único gasto derivado de la creación de esta nueva versión de los semáforos paritarios, ya que su instalación está incluida entre las mejoras que en su día ofreció la contrata de señalización del Ayuntamiento de València.

Exactamente el mismo procedimiento que se siguió cuando se colocaron hace dos años -también antes de las fiestas de Fallas- los primeros discos en los que se incluía por primera vez el icono de una mujer, una medida impulsada por las concejalías de Igualtat y Mobilitat Sostenible.

Lo que no ha trascendido todavía es cuántos de estos semáforos paritarios de falleras y falleros se instalarán en Ciutat Fallera ni cuándo se llevará a cabo esta acción, aunque todo hace indicar que será antes de las fiestas josefinas de este año.

"Desde Mobilitat Sostenible y la EMT venimos colaborando con Cultura Festiva para poner en valor y dar a conocer la Ciutat de l´Artista Faller, que es de lo más genuino que tenemos en la ciudad", explicó el concejal Giuseppe Grezzi.

¿Un icono para la ciudad?

Los semáforos para peatones son elementos que muchas ciudades utilizan como licencia para imprimir su particular diseño a estos elementos de seguridad vial. De hecho no existe un criterio único para dar paso a los viandantes u ordenarles que se detengan.

En algunas urbes se usan incluso como reclamos turísticos, por lo que la valenciana y el saragüell podrían extenderse por el resto de los barrios en el caso de que la ciudadanía los asumiera como un nuevo icono del "cap i casal".

Sin embargo, a parte de la oposición no le ha gustado la medida, y el concejal del Partido Popular Alberto Mendoza ya avanzó el jueves que esta iniciativa era "otra ocurrencia" más del equipo de Gobierno tras la de los primeros semáforos paritarios que se instalaron hace dos años. Hoy la imagen de una mujer en muchos semáforos de la ciudad se ha convertido en algo completamente normal y se usa preferentemente en entornos escolares.