Las mujeres que rompieron el espeso manto del silencio bajo el que incontables casos de abusos sexuales han permanecido -y seguro que permanecen- ocultos son la "persona del año" para la revista Time. La publicación estadounidense dedica cada año una cubierta para el personaje que considera más destacado de los 12 meses anteriores. Por este emblemático espacio han pasado, sobre todo, grandes líderes mundiales, desde Stalin al papa Juan Pablo II.

Este 2017 ha sido el año de las denunciantes de acoso, las "las rompedoras del silencio", según la traducción más literal del titular escogido por la revista. En la portada aparecen famosas como la cantante Taylor Swift o la actriz Ashley Judd, pero también una anónima proletaria, Isabel Pasqual. También un brazo de otra mujer a la que no se le ve el rostro, simbolizando a aquella que todavía no ha dado el paso de denunciar. En las páginas interiores aparecen otras muchas, cada una con su historia, pero todas ellas vinculadas por el halo de impunidad con el que operaban sus acosadores.

La avalancha de confesiones, popularizada en redes sociales bajo el lema #metoo ("yo también), arrancó a finales del verano, cuando un reportaje de otra emblemática revista estadounidense, The New Yorker, destapó la cara oculta del aclamado productor de Hollywood Harvey Weinstein. Precisamente, ese reportaje es la noticia más leída del año en esa publicación, según una clasificación que acaba de publicar.

Tras las primeras denuncias, un reguero de casos fue saliendo a la luz, y gran cantidad de respetadas figuras públicas -del mundo del espectáculo, del periodismo y también de la política- de Estados Unidos han quedado expuestos. Nombres como el cómico Louis C. K., el senador demócrata Al Franken o el jefe de los estudios Amazon, Roy Price, son solo alguno de los señalados. También el actor Kevin Spacey, en su caso acusado por otros hombres.