Llegan las cenas de Navidad y los encuentros familiares incrementan el número de resacas en estas fechas. El brindis es inevitable y las cañas, copas y chupitos se suceden. La resaca nos despierta al día siguiente, pero hay formas de hacerla más llevadera. Un estudio publicado en la revista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oxford 'Alcohol and Alcoholism', analiza las consecuencias del consumo de alcohol al día siguiente.

La publicación expone que el alcohol cuenta con dos tipos de compuestos, indeterminados y residuales, a los que llamaba 'congéneres' del etanol. Entre ellos, el coñac es el que mayores quebraderos de cabeza (literalmente) traerá al día siguiente. Le siguen el vino tinto -más si tienen crianza-, el ron, el whisky, el vino blanco, la ginebra, el vodka y la cerveza. El trabajo señala que, cuanto más fuerte era el color de la bebida, y a igual ingesta de etanol, más resaca habrá.

Además del tipo de bebida, hay otros consejos para aminorar las consecuencias de la ingesta de alcohol. Por ejemplo, beber agua entre copa y copa, hidratando y reduciendo así el grado etílico en sangre. También comer mucho, sobre todo alimentos grasos que permitirán cubrir el estómago y retrasar la asimilación de alcohol. Por último, el consumo de vitamina B12, también conocida como hidroxilcobalamina, que permite el fácil excretado en la orina.

El arítculo también señala que las mujeres llevan mejor la resaca. Los hombres metabolizan el alcohol de forma más eficaz y se emborrachan menos bebiendo lo mismo, pero ellas se recuperan al día siguiente con mayor rapidez.