"Fue, ya sabes? muy cómodo", asegura Oleg Kulik después de que el diario inglés The Guardian le preguntase por qué colocó sus genitales sobre el lomo de un gato. El artista ruso se hizo conocido por realizar actuaciones desnudo y disfrazado como un perro.

Ahora, coloca sus obras en una exposición sobre el arte ruso postsoviético en Londres junto a figuras de la vanguardia del país como las Pussy Riot o Pyotr Pavlensky. Este último, también protagonista de un momento escatológico tras restregar su escroto por las piedras de la Plaza Roja.

Kulik no solo la ha tomado con los gatos. En su carrera artística, ha llegado a acostarse en la misma cama con una cabra, dando el sermón a un gato y detenido por morder a personas mientras hacía de perro.

"En Rusia hay que ser valiente o silencioso. No hay término medio", justifica el hombre. Para el responsable de la exposición, Marat Guelman, los artistas "son héroes" por continuar haciendo su trabajo a pesar de las amenazas que sufren. Según Guelman, la idea principal "no es solo mostrar el arte, sino las historias personales de los artistas. El Gobierno ruso teme a los artistas, pero los artistas no tienen miedo al Gobierno".

El curador de la exposición de la galería Saatchi define a los artistas como "valientes, heroicos, pero también muy graciosos". Es parte de la mentalidad rusa, asegura Guelman: "La parodia sobre uno mismo es parte de la mentalidad del país".